Los arrecifes coralinos próximos a las costas cubanas,
entre ellos la más extensa formación coralina de la isla,
resultan ideales para el buceo a poca profundidad y el snorkeling, aunque
puede practicarse también en la plataforma insular cubana el buceo
de pared, en cavernas, barcos hundidos y canales.
Gracias a una visibilidad horizontal que oscila entre los 20 y 30 metros,
los buzos podrán apreciar con facilidad el magnífico estado
de preservación de los fondos marinos del archipiélago,
calificados como uno de los mejores ecosistemas del Caribe y del planeta,
la gran variedad de peces multicolores, corales de enorme tamaño,
gorgonias, esponjas, erizos, pulpos, estrellas de mar, crustáceos
y muchas otras especies que habitan este paraíso sumergido.
Los centros de buceo ofrecen un variado programa de actividades que incluyen
desde los cursos de iniciación o resort para aspirantes a buzos,
hasta cursos de avanzada o especializados y de instructores.
Para ello las instalaciones y algunos hoteles cuentan con el equipamiento
y los recursos que los estándares internacionales exigen para las
inmersiones, la exploración, la vida a bordo y la preservación
de la salud humana. Basta ponerse en manos de los especialistas cubanos,
avalados por la Confederación Mundial de Actividades Subacuáticas
(CMAS).
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