Según la clasificación de Köppen (modificada),
en la mayor parte de Cuba el clima predominante es del tipo cálido
tropical, con estación lluviosa en el verano. En general es bastante
aceptado expresar que el clima de Cuba es tropical, estacionalmente húmedo,
con influencia marítima y rasgos de semicontinentalidad. Sin embargo,
en el país se reporta también la presencia de otros tipos
climáticos. Por ejemplo, en las zonas más altas de los principales
sistemas montañosos existe el clima de tipo tropical húmedo
de selva, lluvioso durante todo el año; o el observado en la franja
costera sur de las provincias de Santiago de Cuba y Guantánamo,
el cual clasifica como tropical relativamente seco con pocas lluvias.
Como factores determinantes en la formación del clima de Cuba
se identifican la cantidad de radiación solar que se recibe, las
particularidades de la circulación atmosférica sobre el
país, y la diferente influencia de las características físico-geográficas
propias del territorio nacional.
Por su posición geográfica, Cuba se encuentra situada en
una latitud muy próxima al Trópico de Cáncer, lo
que condiciona la recepción de altos valores de radiación
solar durante todo el año, determinando el carácter cálido
de su clima. Además, se halla en la frontera entre las zonas de
circulación tropical y extra-tropical, recibiendo la influencia
de ambas con carácter estacional. En la temporada que va aproximadamente
de noviembre a abril, las variaciones del tiempo y el clima se hacen más
notables, con cambios bruscos en el tiempo diario, asociados al paso de
sistemas frontales, a la influencia anticiclónica de origen continental
y de centros de bajas presiones extra-tropicales. De mayo a octubre, por
el contrario, se presentan pocas variaciones en el tiempo, con la influencia
más o menos marcada del Anticiclón del Atlántico
Norte. Los cambios más importantes se vinculan con la presencia
de disturbios en la circulación tropical (ondas del este y ciclones
tropicales.)
En Cuba, las temperaturas son generalmente altas. Los valores medios
anuales van desde los 24ºC en las llanuras hasta 26ºC y más
en las costas orientales, reportándose magnitudes inferiores a
los 20ºC en las partes más altas de la Sierra Maestra. La
temporada de noviembre a abril es menos calurosa y se conoce como «invierno»,
mientras que los meses de mayo a octubre, más calurosos, reciben
el nombre de «verano». Las temperaturas máximas y mínimas
absolutas registradas son de 38.6ºC (Guantánamo, 7 de agosto
de 1969) y 0.6ºC (Bainoa, 18 de febrero de 1996), respectivamente.
Como es típico en los climas tropicales, la variación diaria
de la temperatura es mayor que la anual.
La humedad relativa media es alta, con promedios cercanos al 80%. Los
máximos diarios, generalmente, superiores al 90%, ocurren a la
salida del sol, mientras que los mínimos descienden, al mediodía,
hasta 50-60% en el interior del territorio. Las zonas más húmedas
son las regiones occidental y central, junto con los principales núcleos
montañosos.
En Cuba imperan los vientos de componente este. De noviembre a abril
predominan rumbos del primer cuadrante, debido a la influencia de los
sistemas meteorológicos de la temporada invernal; mientras que
en el verano los vientos giran más al sudeste, sobre todo con el
retraimiento de la cuña anticiclónica. Las velocidades máximas
del viento ocurren al paso de los frentes fríos, ciclones extra-tropicales,
tormentas locales, huracanes, entre otros fenómenos. De interés
resultan también los sistemas de vientos locales, con la presencia
de un cinturón central convectivo y la influencia costera de las
brisas de mar y tierra, que se refuerzan o debilitan en dependencia del
flujo predominante del viento. La orografía es el factor de transformación
fundamental del régimen normal del viento local. La influencia
anticiclónica es mayoritaria durante todo el año, con valores
más elevados y mayores gradientes de presión en los meses
de invierno.
El elemento que más varía en el clima de Cuba son las precipitaciones.
En la mayor parte del territorio, se reconocen dos temporadas fundamentales:
lluviosa (de mayo a octubre) y poco lluviosa (de noviembre a abril). En
la primera cae aproximadamente el 80% del total de lluvia anual. En el
nordeste de la región oriental y en las zonas montañosas,
estos por cientos cambian, debido a que durante los meses de noviembre
a abril es cuando se producen los mayores totales de lluvia. Es precisamente
en esa zona del país donde se localizan las áreas con mayor
pluviosidad, con valores por encima de los 3 000 mm al año.
En cambio, en el litoral sur de las provincias de Guantánamo y
Santiago de Cuba, a sotavento de la Sierra Maestra y del Grupo Sagua-Baracoa,
se reportan 600 mm y menos, con condiciones de aridez. Los mayores volúmenes
de lluvia están asociados a algunos de los fenómenos meteorológicos
más importantes (ciclones tropicales, frentes fríos, ondas
tropicales, etc.) o tienen su origen en el calentamiento diurno, ocurriendo
casi siempre en horas de la tarde en forma de episodios de corta duración.
En presencia de sistemas meteorológicos de gran escala pueden producirse
períodos de grandes lluvias, sobre todo en los meses de mayo-junio
y septiembre-octubre.
Cuba posee valores altos de evaporación, que llegan hasta los
2300 mm en el Valle del Cauto y en la costa sur de Guantánamo.
Las magnitudes más bajas se registran en las zonas montañosas
(1100 mm anuales). En general, se incrementa de occidente a oriente, y
en su distribución espacio-temporal influyen la latitud y estructura
del relieve, la distancia a la costa, el grado de exposición al
viento, entre otros. |