A pocos pasos del Convento de San Francisco de Asís y de la encantadora Plaza Vieja, se erige el Hostal Los Frailes. Lo que a principios del siglo XVIII fuera la mansión del marqués Pedro Claudio Duquesne, Capitán de Navío de la Armada Francesa, visitada por la más selecta nobleza de la época, dignidades eclesiásticas, autoridades militares y artistas de prestigio, es hoy un lugar plausible para el deleite del silencio y la reflexión en las placenteras tardes de la añosa ciudad.
El Hostal Los Frailes posee habitaciones de exclusiva ambientación, un lobby-bar decorado con obras de arte, vitrales, monjes de cobre y retablos religiosos, y un apacible patio interior con una preciosa fuente y un antiguo aljibe. Enigmático e íntimo, dado a la contemplación y la meditación, este sitio especial nos traslada, imaginariamente, a una abadía del medioevo. |